En la última sesión del Honorable Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas, se trató un tema que encendió el debate: la rescisión de varios contratos de obras públicas por supuesta falta de fondos. Sin embargo, quiero poner en foco la asignación de partidas presupuestarias a cultura que no se achican, señalando que los recursos municipales no escasean, sino que se priorizan de manera política.
Mientras se interrumpen obras que afectan directamente a los vecinos —desde pavimentos y mejoras barriales hasta infraestructura comunitaria—, el Ejecutivo mantiene partidas destinadas a Cultura, en particular a los polémicos shows de artistas de alto valor económico, que año tras año reciben montos millonarios.
La discusión giró en torno a una pregunta:
¿Por qué se rescinden obras fundamentales por falta de dinero si el municipio decide gastar en actividades recreativas o espectáculos?
El oficialismo usa el argumento de la “crisis nacional” por desfinanciamiento. La oposición dice que se usa como excusa política, recordando que la Municipalidad de Malvinas Argentinas posee autonomía presupuestaria y puede decidir libremente el destino de sus recursos.
No se puede culpar al Gobierno nacional por cada obra frenada. Si el municipio tiene autonomía, debe administrar con responsabilidad. Si no, ¿para qué tenemos intendente y concejales?
Pero la jornada no terminó allí. El oficialismo adelantó su intención de modificar el reglamento interno del Concejo, con el objetivo de impedir que los concejales se retiren antes de finalizar las sesiones, una medida que generó sorpresa y malestar en los bloques opositores.
La propuesta surgió luego de que, por motivos personales, se retiraran luego de terminado el orden del dia, en el espacio para homenajes y uso de la palabra el concejal Martín De la Arena y la Concejal Gabriela Figueroa, ambos del bloque Juntos por Malvinas, dejando en claro que el debate no solo gira en torno a las prioridades de gestión, sino también a la libertad y funcionamiento democrático del cuerpo legislativo local.
El trasfondo es evidente: en un contexto de recesión y caída de la actividad, las decisiones políticas del oficialismo de Leo Nardini buscan cerrar el cerco institucional, mientras los vecinos siguen esperando respuestas concretas y obras que mejoren su vida cotidiana, o el simple labor de la sub secretaria de servicios a cargo de Noelia Correa.
Y todo esto me trae una pregunta:
¿Se vera reflejada esa desidia y opresión institucional contra la oposición en las urnas este 26 de octubre?
